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Tuesday, February 28, 2012

Ritmo y rumbo.


No estaba muy seguro en qué callejón pasó esto. En algún barrio que habría pasado, no lo sabe, solo llevaba algo de prisa y se topó con ese ratón y sabía qué iba a decirle él al verle. Mentes típicas.

-¿Cómo estás? Tanto tiempo sin verte.
-Estoy bien, supongo que es una buena respuesta. Cuídate, llevo prisa.
-¿Por qué dices eso? qué raro eres, el tiempo te ha cambiado.
-Mire, nadie está preparado para otra clase de respuesta que no sean un "Estoy bien".

El ratón siguió su rumbo mientras el otro se quedó pensando.

-El mundo se hace cada día más pequeño. Al principio era tan grande que le tenía miedo. Corría y corría y por cierto que me alegraba ver esos muros, a diestra y siniestra, en la distancia. Pero esas paredes se estrechan tan rápido que me encuentro en el último cuarto y ahí en el rincón está la trampa sobre la cual debo pasar.
-Todo lo que debías hacer era mantener el ritmo y cambiar de rumbo -dijo el gato... y se lo comió.


2 comments:

  1. Adoro lo que escribes, Roberto. Esto me recordó quizás un poco a los ratoncitos de "Quién se ha llevado mi queso?", pero luego nada tiene que ver. Y si, "Como estas?" es una pregunta que no se le hace a todo el mundo, porque, sinceramente, no todo el mundo está preparado para responder, y tú pocas veces dispuesto a saber la respuesta. En fin. No le dio tiempo al ratón de entender la lección... Las respuestas a veces son tan sencillas, y nosotros tan ciegos.

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  2. Gracias, qué bueno, escribo bajo mis influencias. Saludos Lucía.

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