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Monday, April 28, 2014

Charliepapa

Charliepapa es una banda formada en Mérida que se ha ganado el corazón de todas las personas que los escuchan y un espacio en mi iPod con sus dos discos, Quinta Giuliana y 20000 leguas cuadriláteras. Marcando una brutal evolución y madurez de sonido con el transcurrir del tiempo y de las vivencias de cada uno de los integrantes.

Caracterizados por tener buenas líricas y como deber ser; buenas influencias. Han logrado que con su sencillez y carisma en cada toque o presentación, sientas que tienes cuatro amigos más en tu vida y un recuerdo lleno de buen rock. Ese Garage Rock tan simple pero que a la vez dice tanto, tema tras tema se percibe cómo esa onda rock/pop particular de la agrupación va llenando la habitación y te transporta, demostrando la buena vibra que siempre logran conseguir.

Para cerrar la etapa que significó ‘20.000 Leguas Cuadriláteras’, el segundo disco de Charliepapa, la agrupación merideña decidió hacer un documental sobre la experiencia y el aprendizaje que dejó este álbum. El documental de 2 capítulos llamado 'Las ultimas Leguas' pasea por 4 versiones especiales de los temas más representativos del disco, así como también una serie de entrevistas a los integrantes y allegados a la banda. Los temas fueron grabados en vivo en una pequeña cabaña ubicada en los Andes Merideños, haciendo el vídeo más intimo y fantástico para todos los fanáticos y amantes del talento nacional.

Siempre activos en las redes sociales, comenzando el 2014 iban estrenando a través de su canal en Youtube una serie de vídeos en los que cada miembro de la banda versiona alguno de sus temas favoritos. El proyecto, que la banda ha denominado “Los últimos covers”, es una especie de webshow donde los integrantes de Charliepapa graban de manera sencilla y sin sobre producción, versiones de canciones emblemáticas del rock en español.

Ademas estos panas publican e informan en su cuenta de Twitter todo el movimiento que vienen haciendo. Ya el grupo está internado en el estudio trabajando en su tercera placa de la mano de su productor Carlos Imperatori.






nombrados así por las letras CP del Alfabeto fonético aeronáutico.

Sueño Stereo

Pasan el tiempo y Gustavo Cerati continúa en un sueño del que nadie sabe si volverá. Y si vuelve, tal vez no será como era antes del grave accidente cerebro - vascular que lo abatiera tras un concierto en Caracas. Su carrera, desde los tiempos de Soda Stereo, es una de las más brutales e innovadoras de la música hispanoamericana y él, una de sus personalidades más influyentes y para mí el músico más influyente que he podido disfrutar. Aún hoy, muchos esperan su recuperación, para decirle que no hay nada más dulce que el deseo en cadenas, pues se aferran a la fuerza natural de quien alguna vez dijo: "En el rock, como en la vida, es mejor durar que arder".

Mantiene los ojos cerrados y su respiración es lenta. Su cuerpo está profundamente relajado mientras su mente se agita a velocidades incalculables. El tiempo sigue transcurriendo en el mundo, pero no para él, que se encuentra en una misteriosa experiencia de viaje astral. Imágenes cósmicas y sensaciones sin ley de gravedad son la silenciosa música que lo acompaña. Es Gustavo Cerati explorando a Gustavo Cerati.

El ex líder de Soda Stereo era un inconformista bohemio que se sumergía a explorarse a sí mismo más allá de los escenarios y la fama, más allá de su familia siempre buscaba inspiración en una dimensión sensorial alejada de todo y de todos. Cerati es, antes que músico, un inconformista que mezclaba sonidos vanguardistas y bien influenciados con paisajes musicales alucinantes un inconformista que no podía quedarse quieto, ni de cuerpo ni de mente, uno que, en este mismo momento, desearía desconectarse de las máquinas que lo mantienen vivo, tomar la guitarra y volver al escenario para interpretar una canción en un loop infinito, una canción animal.

Gustavo se encuentra en la lamentable condición de genio durmiente que tiene a sus amigos, familiares y fans pendiente de cualquier noticia. No es raro, entonces, que los miles de seguidores del cantante se pregunten, desde distintos confines del planeta, si lo verán volver a esa ciudad de la furia que no es otra que cualquier ciudad sin su música.


Si el inconformismo es la cualidad que lo define, podríamos decir que la evolución es su única acción constante. Desde su adolescencia han pasado no solo años, sino todo tipo de transformaciones, riñas, éxitos, celebraciones, conciertos, discos, hijos y sueños realizados y musicalizables. Tras fajarse oyendo a Bowie, The Police, Queen y Deep Purple, ingresar a la universidad y formar una banda junto a Zeta y a un entonces adolescente Andrés Calamaro, Cerati encendió uno de los miles de cigarros que hizo ceniza donde fuego aún quedaba, pensó y decidió a qué se iba a dedicar en la vida. Entonces, en 1982, en medio de un emergente circuito de rock argentino, nace Soda Stereo, conformada con el baterista Charly Alberti, Zeta Bosio en el bajo y él como guitarrista y vocalista.


Desde aquella época de que sus locos peinados se combinaban con canciones fácilmente tarareables y radiables, hasta los días en que eran más notorias las exploraciones sonoras y líricas que enriquecieron notablemente su estilo, pasaron muchos álbumes: Nada personal, Signos, Doble vida, Canción animal, Dynamo y Sueño Stereo. A pesar de que le siguieron algunos recopilatorios y el “semi unplugged” Confort y música para volar, las giras internacionales, el cansancio posterior al éxito y algunos desacuerdos con los integrantes de la banda, precipitaron el final de Soda y el inicio del capítulo de Cerati como solista. Colores santos, grabado a dúo con Daniel Melero y Amor Amarillo, su primer disco en solitario, marcaron el inicio de otra carrera, la del inconformista en permanente evolución. Gustavo Cerati ya no era un músico, era un inventor de atmósferas. Bocanada, 11 episodios sinfónicos, Siempre es hoy, Ahí vamos y Fuerza natural, han sido la muestra más evidente de un talento en ebullición constante. Y, hasta el 15 de mayo del año 2010, el fatídico día en que su salud se quebró, el artista de 51 años mantenía la vitalidad original, demostrando que no le hacían falta vitaminas. En una de sus últimas entrevistas, antes de salir de gira con su no digamos último, sino más reciente disco, “Fuerza natural”, hizo una confesión: “Adoro tocar en giras, más que nada porque ya sé manejar los lapsos. No me voy más de un mes, porque sé que ése es mi límite, no suelo aguantar más que eso; así que voy y vuelvo” dijo, y aunque haya pasado ya no un mes, sino cuatro años, es una bocanada de esperanza para sus miles de fanáticos.