Total Pageviews

Sunday, March 18, 2012

Espantapájaros.



Un día caminando me topé con un espantapájaros diciéndole:
- Has de estar cansado de vivir siempre en este campo solo, parado.
- El placer de impresionar es profundo y duradero, aprendí a convivir con eso, ahora no me canso de esto. Además ¿quién te dijo que estoy solo?
Dijo él, haciendo una curva en el tiempo.
Le dije, tras esperar que el tiempo se volviera a la normalidad.
- Es cierto, qué placer. Solo fue mi perspectiva.


Me fui pensando en cuánta razón tenía el espantapájaros ese.

Thursday, March 15, 2012

Enterrando.


Cierto día, mientras yo estaba enterrando cosas muertas se acercó a mí el sepulturero, para decirme:
-De todos los que vienen aquí a enterrar a sus cosas muertas, solo tú me eres simpático.
-¿Yo? -le repliqué-; pero, ¿por qué te causo tanta simpatía?
-Porque todos llegan aquí llorando -me contestó el sepulturero-, y se van llorando; tú solamente llegas, y te marchas riendo, cada vez, así como si nada.

Monday, March 12, 2012

Cerati.



Esta canción ya se escribió.
     - ¿Dónde estabas? 
     - Viajo sin moverme de aquí.- dijo.
     - ¿Y sentís todo el amor y energía que te mandamos?
     - Claro. Me puse delante de mis ojos para ver.
     - ¿Te comenté que odio esta ciclotimia? Angustia/alegría; extrañarte/cálmame.
   Dijo: No te preocupes, cambiará como el mar lo que sientes, es algo natural.
     - Estamos con vos, ¿sabés?
     - Lo sé, un mundo microscópico me sostiene de los pies.
Hice una pequeña pausa y con la voz cansada dije:
     - A veces la espera se hace interminable.
Cálidamente susurraste:
     - Mirá, el reloj se derritió.
Y entendí que no existe el tiempo.
     - Gente de todas partes está con vos. Le dije.
     - Lo sé, nunca falla, el universo está a mi favor.
     - ¿Cuál es la próxima estación? (trastabillé) perdón, si adelanté, no me hagas caso.
Sonrió
   - En la Carretera, las distancias son enormes, pero más allá del horizonte la llanura nos espera. 
   Me tranquilice.
     - Estamos en camino, pensé
Buscando que me calmes te dije:
     - Se habla tanto y hay tan poca certeza.
Nunca más sabias palabras salieron de tu boca para aliviarme.
     - Es verdad, que la inocencia nos proteja, ahora que todo es más perverso.
   Te grité: ¿Vos no te vas, sabés? Yo no te suelto más. (Nadie te suelta) y cuando te busco no hay sitio en donde no estés.
   Emocionado respondiste: – Qué bueno. Porque siento que pasan los días y sigo adelante tracción a sangre. Hay miles de voltios de atracción, debo ser un buen conductor.
Si, también te atraemos con la mente todo el tiempo.
Concluiste nuestra charla diciendo:
     - Si esperamos juntos mareas altas bajarán. Pero, ¿Quién sabe cuánto habrá que remar?
Pensé por un segundo, y nunca entendí como en mis labios la respuesta improvisada antes de pensarla, surgió:
     - No me voy, me quedo aquí.
Fue lo último que escuché.